Las persianas con su luz siempre horizontal,
nuestro cuarto como resulta ser con su oscuridad vertical,
el juego de los niños ingresa por los entreabiertos,
en esta habitación nosotros de pie, sin bullicio, sin luz,
colocados de manera estratégica lejos de todo esto,
como se colocan las dos manos en el rezo, mas bien,
como se anteponen los muros de la zona de seguridad.
Ya sabes que la tristeza casi es lo único que no ingresa por las ventanas
aun las trompetas se alejan con la marcha de las procesiones
poco después ya no se escuchan
pero los sonidos tristes no conocen persianas.
Escucha el bravear de los castillos, el sonido es fuerte pero horizontal
tiene ese sonido que nos penetra el tímpano, es decir,
que ingresa de perfil y de perfil se nos va,
su sonido dura como sus chispas en el cielo,
como la felicidad de todos los que se alegran al verlo
sin embargo aquí seguimos nosotros
hoy 21 no subas las persianas porque a uno le ingresa el mundo de frente
y le sale de pecho la felicidad.
